viernes, 16 de marzo de 2007

Lila y ceguera

Y hay veces…
En que me armo de torpe valor y te llamo y entonces
La frescura de tu voz
Sabe a fragancia de flores
(Lástima grande es que no
deba fe a mis sensaciones).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces grito con el silencio de tu voz
como queriendo llenar el vacio de tu ausencia
indago ausencias, enmaraño lunas rotas
y despliego sensaciones vividas y sentidas...

Y llego a la conclusion de que amo un recuerdo

Mar

Anónimo dijo...

¿Y acaso lo más importante del Mundo no es amar? Amar a toda costa, a contracorriente, contra el tiempo que todo lo borra. Cuando de amar a una realidad, pasamos a odiar su recuerdo, estamos comenzando a caminar hacia brumas como cemento. Es preferible, siempre, continuar amando en la melancolía. Empeñarse en seguir respirando el aroma de una flor que se marchita, no deja de ser un acto sublime a amor.

Un abrazo primaveral.