miércoles, 7 de marzo de 2007

Tú, ¡no me dejes!, celeste ausente.

En la mazmorra de arena, que se alzara en la playa de las algas celestes, hay, desafiante, un rumor desconocido como de canto de alas amputadas de sirenas ciegas sin lengua. Una ola, gigantesca y arcangélica, se anuncia con el ocaso, pero el mar se ha tragado las ansias purpúreas y hay una gaviota moribunda decapitando la línea evanescente del último horizonte. Vienen a puerto veleros invertidos, mostrando sus cascos carcomidos por la sal y el tiempo macilento, mientras la niebla se muerde los dedos cuando se apaga postrera la luz del faro azul que alumbrara el velamen sin pretérito. En la sangre que salpica de gemidos de espanto el oleaje y las mareas, brotan espinas de hielo al rojo vivo, enmarañando a la rosa de los vientos –rosa amarilla de excomunión sin camposanto. Suena una campana que percute inescrutable contra el cielo, al son de la arritmia que le marca la jauría que comanda el pez araña, y en sus tumbas se retuercen de dolor los que aún no han nacido. Hay un áspero sabor, ¡sí!, a deserción de lunas, y se muere en la sed del abismo el último de los ermitaños sin fe ni calendario. Una herencia inconsistente de incensarios apagados va cubriendo con su manto la última esperanza, y la resaca devora, con sus venas de espuma hambrienta, a la reina predilecta de las luciérnagas hechiceras sin nombre. Vuela un sin fin de mariposas muertas entretanto, tiñendo de un gris amargo el arco iris sin lluvia, y se oxida un tridente abandonado junto al altar de la virgen de hierro. Ola a ola, mar a mar, pez a pez, muerto a muerto, se dispersa el culto al ensueño, mientras arden de pavor y odio velas negras sin ciriales. Humo, sólo humo, con olor deprecativo a crematorio.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de leer esto, sólo se me ocurre un comentario: Rafa, ¿ESTÁS BIEN?. Por dios, que me asustas toda.

Tengo que bajar al sur a hablar seriamente contigo.

Todos los abrazos que no he dado hoy, para ti. Hala, a ver si te sientan bien.

Anónimo dijo...

Ely, tranquila cariño, puede que últimamente esté un poco ensimismado, pero nada por lo que haya que preocuparse. Es que estoy releyendo a Baudelaire y a algún que otro simbolista (concretamente Rimbaud)y, claro, te pones a escribir y salen estas cosas. Pero en un noventa por ciento no es más que un juego literario. Eso sí, me encantaría que bajases al sur.

Dice Rimbaud: "Le pavillon en viande saignante sur la soie des mers et des fleurs arctiques; (elles n'exsisten pas)." ¡Qué tétrico! ¿no?

Un abrazo.

Anónimo dijo...

(...)tumbas de retuercen(...) donde pone de, debe poner se ¡creo!
Y paso a lo mío: supongo que ya habrás leído el artículo de Manolo (Manuel Rubiales) y los comentarios. A lo que parece -ya pasó hace días- se ha revuelto el gallinero y me ha tocado el papel de zorra.
Yo, a pesar de lo que lees, soy una persona muy sensible ... y escaldada, sí, escaldada de herir sin intención las susceptibilidades de determinadas personas de pensamiento simple. Y lo siento, claro que lo siento, en este caso porque me gustaba lo que transmitía Manolo con sus escritos, así como Alargaor y Paco Huelva, pero no estoy preparada para recibir nuevos ataques, todavía no, ahora mismo te estoy escribiendo con lágrimas en los ojos.
¿Qué pecado cometí? lo ignoro. Sólo pretendo echarle un poco de humor a la vida, mezclada con reflexiones interesantes, para que calen, vaya.
Pues eso, que ha sido un placer intercambiar comentarios con vosotros, los columnistas. No volveré a hacerlo para no crear problemas, aunque me temo que el problema está ahí.
Un abrazo. Seguiré leyéndoos. PAQUITA

Anónimo dijo...

Verás, Paquita, la comunicación es una cosa muy compleja y el intercambio de opiniones en los blogs mucho más simple. Pueden comunicar bastante, nunca plenamente, pero también puede suceder que incomuniquen y generen malos entendidos. La comunicación no sólo está hecha de palabras, también intervienen, y hasta mucho más que éstas, los gestos, las miradas, el tono, el aroma... Y de ahí, de la carencia de todos esos elementos esenciales de la comunicación, pueden nacer fricciones que no lo serían de poder jugar con todos esos argumentos. Alabo tu sensibilidad, alabo a las personas que lloran y lo reconocen, pero creo que también hay que saber secar las lágrimas para continuar hacia adelante. Creo que en onubenses.org eres bien recibida, pero, cuántas veces no nos hemos confrontado a matar con el mejor amigo del mundo -yo de eso se tela, aunque no llegue a comprenderlo-, pues más aún con personas que prácticamente desconocemos y con las que sólo hemos tenido intercambios de opiniones deslavazados a través de un blog que ni siquiera funciona en tiempo real. No te lo tomes tan a pecho, aunque te haya dolido, enjuga las lágrimas y tira p'alante ¡coño!

Un abrazo

Ps. Gracias por la corrección.

Anónimo dijo...

Un abracito, Paquita

No te desazones, bobita

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, me calmo. No entiendo el francés, pero me creo que sea tétrico por cómo te pone a ti.

Es que yo soy más fan de este otro estilo:
Hoy,
arremetiendo lo oscuro,
segura de que no estabas
te ha llamado mi tristeza

Anónimo dijo...

Pues aquí va la traducción: "El pabellón en sangrante carne sobre la seda de los mares y de las flores árticas; (ellas no existen).

Abrazos

Ps. Aunque un poquito de francés sé -he olvidado mucho con tantos años sin práctica- lo cierto es que tengo una edición bilingüe de "Iluminaciones".

Anónimo dijo...

Gracias, Rafa, por la traducción.
París es un lugar maravilloso para practicar francés. La última vez que estuve allí, los puentes del Sena gritaban: ¿Dónde está Rafael León?.
Un beso, loquito.