sábado, 31 de marzo de 2007

Ya gaviota migratoria


Ven, sí,
Ven
Y mírame.

Yo que fuera como alondra
Que apegada a tus jardines
Consumiera gota a gota
En tus rosas el rocío,
Hoy gaviota migratoria
Me apresto a levar el vuelo
Para dejar que acaricie
La dulce lluvia tus pétalos.

Y buscaré en otro mar
Las olas que nos negamos,
Al confín de un horizonte
Estrellado sin ocaso.

No es que en tu ansiado jardín
Dejase de amar las flores
Pero debo ya rendir
La sangre de mis blasones,
Y dejarte así morar
Nuevas nubes, nuevos vientos
Y recobrar la color
Sin mi aliento macilento.

Ven, sí,
Ven, y digamos adiós.

Y cuando me eche a volar
Mirémonos frente a frente
Esbozando una sonrisa
Que perdure para siempre.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso Rafa.

Anónimo dijo...

Despedirse de las personas, incluso de las cosas, es una lección más, a veces difícil, de lo apegado que somos a todo. Desapegarse ... ir soltando lastre, para elevar el vuelo, para respirar más hondo. Desapegarse.`PAQUITA

Anónimo dijo...

"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: cómo ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar."
Richard Bach

Me encantara verte volar, Rafa, aunque tengo vertigo, pero si hace falta me embarco contigo, ya lo sabes, para lo que necesites... Tu Mar estará ahí.

Besos de melocotón

Anónimo dijo...

Muy triste y muy hermoso.
A ver si un día escribes un poema ganso y yo lo leo.

Anónimo dijo...

Gracias, Kaiman.

Paquita, estoy de acuerdo, desapegarse puede ser una de las tareas y las lecciones más difíciles de aprender. Y muchas veces sólo se consigue con ese método tan antiguo de "la letra" con sangre entra.

Gracias, Mar, lo sé. Y ya sabes, las almas gemelas, una vez que se sienten y se reconocen, ya siempre vuelan juntas.

Mamen, trataré de escribir un poema ganso para ti, aunque no sé si seré capaz. De todos modos, difícil será que pueda siquiera emular a tu soneto.

Besos para todas (pa el Kokodrilo de la tacita de plata, también).