martes, 10 de abril de 2007

Bestiario (I)

(Taenia solium)

Cuando pienso que pudiera
Ser mi vértigo motivo
Para que hayas confundido
Fortaleza con dureza,

Me amilano con la idea
De sentirme como helminto;
Y escondido en mi intestino,
Me devoro de tristeza.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te fagocitas ¡qué cosas!
PAQUITA

Anónimo dijo...

Jeje, esta cabeza es asombrosa.
¿Una tenia? esas neuronas son excepcionales ¡Que actividad!
¡Genial!

Anónimo dijo...

una tenía?¿ya no la tiene?, me pierdo jejeje

Anónimo dijo...

"La libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad se puede y debe aventurar la vida."

Miguel De Cervantes Saavedra.

Rafa tesoro, dentro de ti hay un Universo, dejate de monsergas y explorate, no te escondas bajo apariencias externas, recuerda que como tu alma gemela, no estamos tan a la deriva... ademas la ventura es un regalo aprobechala...

Tu Mar

Anónimo dijo...

Yo tenía una tenia, pero la tenia no tenía hambre, nada me comía, así que un buen día le dije a mi tenia:
"¿Qué te pasa shosho, por qué no comes nada?, ¿acaso perdiste el apetito...?"
Y me contestó aquella tenia que yo tenía.
"Dejate ya de mamoneos, quillo, deja de comerte las uñas y échame un poquito de jamón, joé..."
Así lo hice, y tanto le gustó el jamón, que un día aquella tenia me abandonó y se fue a vivir con Bertín Osborne, el del Navidul. Se le metió por el ojete y ahora vive en su barriguita, feliz y calentita. (la mu warra infiel).
Y yo, heme askí, triste y ojeroso, lastimado por aquella ingrata tenia que yo tenía.
Cosas de la vida.
Taquitos de jamón y vino fino de los Jereles.

Anónimo dijo...

No, Paquita, sólo devoro las partes enfermas, porque, Mar, para llegar hasta la luz que llevamos dentro, es preciso expulsar las bestias que han crecido entre las sombras. Más tarde vomitaré otra, para que, larrey, veas que no es tan fácil perderse.

Gracias, Mamen, tus ánimos valen mucho.

Y bueno, Manolo, que decir de la tenía que tenías... Me ha hecho tantas cosquillas por las tripas que no he parado de reír en un buen rato. Comprendo que estés triste por tu pérdida, y es que el Bertín es un acaparador (bueno, y también una especie de aparador).

Abrazos