domingo, 1 de abril de 2007

Ergástula

Esta sed
Tan yerma,
Y ahí,
Frente a los labios resecos,
Aguas de un río cantando
Que me esquivan como sueños.

Boca henchida de tormento,
Y un anhelo, renegado,
De desiertos y silencio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Condena

Condena el saberte lejos,
el necesitar tus ojos,
tus caricias, tu voz,
tortura que mezo en mi silencios
llorando sin lágrimas,
amoratando mi mundo,
arrastrando un anónimo.
Sin embargo, yaces a mi vera
como si fueramos dos extraños
en una estación de tren,
un tren que no va a llegar...

Tu Mar

Anónimo dijo...

Precioso Mar

¿Te molesta si te digo que :

a)le falta una consonante
b) no le falta una consonante, pero en ese caso le sobra otra?

Tú me dices ¿vale?

Un abrazo

Anónimo dijo...

RAFA:

El poema, como siempre, lindo, penetrante, ¡da una sed leerlo....!

Anónimo dijo...

Ainsss perdonad, perdonad... le falta, le falta...

"... tortura que mezo en miS silencios..."

Lo siento, es lo malo de improvisar...

I`m sorry

Anónimo dijo...

Ajá,...porque podía ser :

mis silencios
o
mi silencio

Nada de perdonar...¡Qué suerte tienes, chica, con eso de improvisar... ¡qué derroche de talento y de sensibilidad...!

Un abrazote

Anónimo dijo...

Gracias cielo por tu paciencia, criterio y palabras...

Mar

Anónimo dijo...

Gracias, Circe.

Precioso poema, Mar. Los improvisados, cuando salen del tirón, como un trino o aullido, son casi siempre los más bellos.

Besos.