miércoles, 18 de abril de 2007

Secretos

Ella: Espero que, aunque yo haya decidido terminar nuestra relación para siempre, sigas manteniendo en secreto aquellas confidencias que te hice cuando aún confiaba en ti.

Él: No habrás de preocuparte por tal cosa. Ahora, más que nunca, soy lo mismo que una tumba.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿le temblaba la voz?¿desviaba la mirada?¿elevaba la barbilla?. Mentía.

Anónimo dijo...

Que martir..

Anónimo dijo...

Ojito con la cuestión, que hay tumbas abiertas, tumbas con lápidas como enciclopedias, tumbas de las que se levantan espectros y ectoplasmas parlanchines, psicofonías que espetan gritos y lamentos de amor huído, tumbas que guardan mártires apasionados, presos de secretos volátiles que hacen equilibrios con la necesidad de recitar poemas de amor y muerte. Y lo peor de todo, hay cadáveres penitentes que siguen amando mientras cargan a sus espaldas las lápidas de todos sus fracasos.
Llamemos a Iker Jimenez que la cosa apunta a misterio.
Salpicón de marisco sobre aguacate hueco y Mateus bien frio.

Anónimo dijo...

No te fíes, larrey, de la veracidad de eso que podríamos llamar lenguaje reflejo visual, que te puedes llevar inesperadas sorpresas.

Y, a veces, tampoco conviene tener demasada confianza en el silencio de las tumbas, es cierto, Manolo.

Mar, hay mártires que nunca lo fueron, que nunca quisiern serlo, pero sorpresivamente, para ellos, acabaron en la arena, y el "pueblo", ebrio de sangre, los proclamó.

A-brazos partíos.

Anónimo dijo...

Hermoso blog, volveré a visitarte!

Anónimo dijo...

Gracias Alejandra. Ésta es tu "casa" y siempre serán bien recibida. Yo tampoco dejaré de visitar la tuya. Me ha gustado mucho lo que por allí he visto.

Abrazos.

Anónimo dijo...

¿y los demás?¿nos quedamos sin saber donde fantasea Alejandra?

Anónimo dijo...

larrey, pincha en su nombre en el comentario que hizo... et voila.

Abrazos.

Anónimo dijo...

¡Como si no lo supiera de sobra! El caso es decir algo ... como yo.
Besos. PAQUITA