viernes, 1 de junio de 2007

Las fauces de cronos


Lo malo del tiempo es que, por mucho que nos engañemos, es una magnitud que nunca podremos llegar a administrar. O se tiene, o no se ha tenido nunca. Y, siempre, termina por suceder lo segundo.





Ilustración: Saturno devora a su hijo, de Francisco de Goya (Museo del Prado, Madrid)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Tiempo? eso ... eso es de lo que tenemos todos. Que sepamos establecer las prioridades ... es otro cantar. Valoremos Nuestro tiempo. Un besox..... PAQUITA

Anónimo dijo...

tiempo para que el tiempo tenga su tiempo. Para mi lo fundamental es el inapropiado uso que hace cronos de la velocidad. Nunca acierta. Y eso jode.

Anónimo dijo...

¿Estás segura?, Paquita.

Larrey, la velocidad, o demasiada o insuficiente, la locura de los relojes y del tictac vacío.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Necesito un relojero, un mecánico de relojes de cuerda, para que arregle este tic tac, tic tac, que llevo dentro, a ver si consigo que retroceda, para volver a besar el ultimo beso...tac tic, tac tic, tac tic..., No, no es mi reloj, era el recuerdo.
Cantinero..., sirva usted otra ronda de vino, que nosotros ponemos los besos.