lunes, 16 de julio de 2007

La cajera

Tras más de tres cuartos de hora

En la maldita cola del supermercado,

Y con la puñetera hora de cierre

Echándoseme como losa encima,

Me comenta amablemente la cajera

-La de las piernas de vértigo kilométricas

Y el par de tetas de incendio y escándalo-,

Que hace ya más de un mes

Que no se acepta tarjeta.

Sin un puto céntimo de euro en los bolsillos,

La miro fijamente a los ojos con dulzura

Y me ofrezco a dejarle en prenda el DNI,

Un par de cupones que llevo para el viernes

Y también mi número de móvil

-Esto último, más que nada,

Con la esperanza mucho más que incierta

De que le pueda dar por llamarme a la salida-,

Que yo soy cliente habitual

Y ya le pagaré mañana.


Pero no, no cuela.


Otra noche más

A paja y agua.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Asi me gusta. Con un poco de azúcar es más dulce las píldora que nos dan, como decía Mary Poppins

Anónimo dijo...

¿Y dónde dices que está ese supermercado?. Ya sabes, por eso de la lucha antisistema, anticapitalista, por la vuelta al trueque de las tetas, digo del dinero

Anónimo dijo...

Jo..Rafa..es que no se puede ir a comprar a ultimísima hora. Se te olvidó ofrecerle un poema como garantía además del número del móvil. La compra "alomojó" no hubiera pasado... pero la llamada, oye..que la hubiera hecho, estoy convencida. Repite escena e intento...

Un beso.

Anónimo dijo...

¡Buen intento!
A seguir y no desfallecer.
De poesia tambien se vive...eso dicen aunque no me lo creo muy bien...ya nos diras.
Al menos bien de linea y a presumir palmito a la playa que es gratis.
Un abrazo y no desesperes.

Anónimo dijo...

Como si tu no supieras ya de sobra, bribón, que en ese supermercado no admitían tarjetas de crédito, pero claro, como dice el refrán, pueden más dos tetas que dos tarjetas.
Y por la noche a dos velas y con el mismo saldo en la cuenta. Triste, muy triste.
Pan y agua.

Anónimo dijo...

Muy bueno, me ha gustado mucho. Como dicen más arriba mañana vuelve con un poema en la cartera.

Anónimo dijo...

Y es que las cajeras ya no son lo que eran.¡Ni en Huelva!.yo de tí la próxima vez me compraría un llavero de la casa Mercedes y le diría mirándola a las, perdón a los ojos:Con este, cariño, te llevaré hasta el fin del mundo.Y a lo mejor así................

Un beso,Rafa.