jueves, 19 de julio de 2007

Soñé que era una mariposa danzando en la penumbra

He perdido aquel cabello

Que dejaste prendido un mediodía

Al asiento delantero derecho

De mi Peugeot 306.

Aquél que guardaba con celo

Entre las páginas de un libro

De Murakami -Tokio Blues. Norwergian

Wood-.Tal vez se hundiese en el pozo

Que tanto angustiaba a Naoko.

Ni eso supe conservar

De nuestra nada.

¿Necesitas que te acerque a alguna parte?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ya que te ofreces... si me llevas en brazos a la cama y después me arropas, me quedaría encantada.

¿De dónde sale tanta creatividad? Tú, contigo mismo, no te aburres nada ¿no?. Muy bueno, Rafa.

Anónimo dijo...

¿Sólo pa'arroparte? ¡Qué decepción! jajajajaja.

La inspiración está por todas partes, en la vida, en los libros, en las nauseas, en las risas, en los corazones. Sólo hay que saber reconocerla y dejar que te lleve de su mano. No, no es para nada aburrido, aunque, a veces, puede resultar peligroso.

Un beso, encanto.

Anónimo dijo...

pues a mí me has dejado con la intriga ¿tuviste que llevarla al final?