sábado, 18 de agosto de 2007

Alud de sombras

Hay crepúsculos que arden

Como estrellas:

Todo lo arrasan,

Todo lo queman.


Llama oscura que se abate

Sobre la esencia del verbo

Augurando un aquelarre

De silencios.


Hay sombras blancas que arañan

Como el hielo,

Como disparo de bruma

En la mirada sin luna

De lo muerto.


Hay ausencias que te aplastan

Con su ser,

Con su luz,

Con su fuego.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, amigo mío, hay ausencias de una densidad descomunal que nos acaban sepultando bajo un mar de magma helado. No te matan, te torturan de por vida.
Vino y besos.

Anónimo dijo...

hay ausencias tan presentes!
quiero verlo así, presencias de ausentes que guiñan un ojo y , en las sombras blancas, devolvemos el gesto

quiero verlo así, aunque no lo sea

Anónimo dijo...

Quizá esa ausencia que aplasta deberíamos verla como un "espero que estés bien dónde estés, ojalá vuelvas a ser presente para mí, y si nó confío en la vida sin miedo y sin dolor", pero cómo puñetas se lleva eso a cabo??

Anónimo dijo...

Así es, Kai, así son.

Milena, seguro que es así, aunque tanta sombra acumulada impida verlo.

Leuma, así la veo, sólo tengo buenos deseos para los ausentes, lo que no termino de comprender es cómo puñetas hacerlo sin que duela.

Abrazos.