jueves, 9 de agosto de 2007

Erizo de mar (un poema de Joan Margarit)


Bajo las aguas poco profundas de la costa
anclo mi coraza. No segrego ni nácar
ni perlas, la belleza no me importa,
en lutado guerrero que, con sus negras lanzas,
se oculta en una grieta de la roca.
Viajar es arriesgado pero a veces me muevo
-las espinas haciendo de muletas-
y, por torpe, las olas me revuelcan.
En el mar peligroso busco la roca
de donde no haya de moverme nunca.
En la armadura soy mi propio prisionero:
una prueba de como, si no hay riesgo,
la vida es un fracaso.
Afuera está la luz y canta el mar.
Dentro de mi la sombra: la seguridad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

COnciso y directo. Precioso. El de Castilla 96

Rafael Baldaya dijo...

Frecuentemente es más seguro estar encadenado que estar libre.

(KAFKA)