domingo, 12 de agosto de 2007

Neurastenia

Cuando pienso que nunca estuviste

Con fruición muerdo mis uñas.


Y un miedo triste y cansado

Hace que me aflore el llanto

A calladas carcajadas.


(Ya me alcanzan los muñones

Hasta los codos del alma)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si eso sucede, creo que el que otro nos nos mire nos vuelve un tanto invisibles y niega la existencia... Gracias por tu poema sos el primer hombre que deja una poesia en mi pagina.
Saludos

Anónimo dijo...

Madre mía...Deja de morderte las uñas, chiquillo, ningún amor merece que nos quedemos mancos.

Anónimo dijo...

Gracias a ti, usagi. Mereces muchos poemas en tu página.

Bueno, Lola, últimamente las he sustituido por bolitas de anis, que son más dulces y frías.

Besos.