miércoles, 29 de agosto de 2007

Pared desnuda

Por ceñirme a tus deseos,
Desde siempre he renunciado
A dormir junto a tus sueños,

Junto a tu vientre tus labios
Tu alma tu espalda tu aliento
Tu pecho tu piel tus manos…
Con mi vida en tu regazo,
A dormir sobre tu lecho.

Sabrás que no me refiero
A echar un polvo prohibido.
Eso se hace con cualquiera,
Y para mí tú eras única
Cual cielo luna u océano.

Y nos fuimos alejando
Al dolor de mi renuncia
Y por tu miedo al pecado.

Y enterrado en el olvido,
Como cruz llevo el lamento
De tampoco haber logrado

Bailar contigo una tarde,
Pasearnos por el río,
O colocarte algún cuadro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los amores contrariados como decía García Márquez tienen el sabor de las almendras amargas. Ojalá tb te encuentran a ti Rafa porque sé de lo que hablas, sé de la no posibilidad de entregarnos, de amar a la desesperada,...pero...se puede cambiar el chip! con un toque de humor incluso se sobrelleva :), Un beso