sábado, 29 de septiembre de 2007

Pena capital

Como última voluntad, pidió morir degollado. Pero, en una acto de suma impiedad, sólo le arrancaron las cuerdas vocales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

uséase.... un muerto en vida más...
Cruel, cruel.

Un beso.

Anónimo dijo...

y siguió hablando con, ahora, sus
dedos

Anónimo dijo...

Le quedara el gesto, la mirada...un abrazo.