martes, 9 de octubre de 2007

Las mil y algunas noches

Aquella noche, cuando se dispuso a relatarle un nuevo cuento, pensó que, quizá por una vez, debería contarle las verdades. Y se quedó sin palabras.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá las verdades se transmiten mejor desde el silencio, un abrazo

Anónimo dijo...

¡Que peligro!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

muy bueno

Anónimo dijo...

Pero no enmudeció ¿no? sólo que no había palabras suficientes para explicarle todo lo que sentía y pronunciándolas todas, aún faltaban

Todas las palabras, una sola noche; todas las miradas, todos los besos...no caben en una única y sola noche

Anónimo dijo...

Pd:Ahora capto por qué multiplicaste las noches en el título