sábado, 1 de diciembre de 2007

uno de diciembre


esta tarde tan gris
a pesar del sol
recién rendido a la gula del
inalcanzable horizonte


fingiré de antiguo esperarte

dijiste
recuerdas?
como en otras
que tal vez
sólo tal vez
vendrías


pero mi desaliento es ya
infinito
irreversible
pesado
impenetrable


como lápida de cementerio
añejo


con ese hedor
aséptico


a vértigo
a tiempo que
no es
no fue
no será


con ese color
mortecino de


rencor vacío


contra un dios
ansiado
diminuto
ilusorio
brutal


fingiré


y aunque vinieses
por primera
por última
por única


no vendrás


porque los muertos
no están
no sintieron
no serán


no ser o no estar
el no dilema
sin sentidos
sin sentido


esta tarde
tan gris
fingiré de nuevo
como fingen


sin saberlo


los cadáveres



Uno de diciembre de 2005



Fotografía: Daniele Labieni

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El uno de diciembre vino al mundo Castilla Center. No es pues un dia tan triste para todos.

Anónimo dijo...

Uno de diciembre.
Presenta credenciales
puede ser gris
o dorado.
Susceptible
a cambios
según los ojos
del poeta,
de los sueños
y de la capacidad
de la luz
para penetrar
en el desaliento,
para diluir
el rencor
y el ansia.
Gris
para no fingir,
azul
para pintar
lilas
en los ojos
de quien
te lee.

Un fuerte abrazo, Poeta. :)

Anónimo dijo...

Felicidades de nuevo, Carlos.

Gracias, mamen, por tus versos, por estos y por los otros. Es una maravilla leerte.

Abrazos.