miércoles, 19 de diciembre de 2007

Poema de amor


(Ya nada temas)


Y al fin

Te odio maldigo desprecio,

Con saña

Te aborrezco,

Con todo el encono de mis entrañas

Desearía

Que estuvieses muerta,

O, aun mejor, que nunca

Hubieseis nacido

Ni tú ni toda

Tu despreciable estirpe,

Para así jamás

Haberos conocido.

¡Qué bálsamo el rencor!

Me sigue doliendo

Toda mi alma,

Pero ya sé que odiando

Se soporta se controla se asume

La puta dentellada que es la vida,

Que basta con mudarse

En tóxico gusano

Para seguir arrastrando los huesos

Sin náuseas

Sobre el estercolero

De las horas vacías,

De lo muerto.

Y es así como al fin

Con todo mi amor, mi amor,

Yo

Te odio.


Fotografía: Andrey Razoomovsky.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta.
Tuve esos sentimientos y nacen de lo màs profundo de las entrañas, a veces se siente la posible muerte del otro como un alivio, a veces uno prefiere la propia muerte para liberarse del intenso dolor de la afiebrada pasiòn de lo que fue y tornò en nada...
Y de repente esa nada lo ha inundado todo, y es ahì donde la cefalea me hace presa de la certeza de que ese odio solo puede destruìrme a mi...
Cada sentimiento debe sentirse a pleno.
Me ha encantado tu dureza, esa bronca, esa ira algo contenida, domada.
Un beso, Rafa

Pd:buenos deseos para vos tambièn

Anónimo dijo...

Bueno, querida Uma, lo cierto es que pienso que para quien siempre sintió miedo de los afectos, del cariño, y siempre trató de controlarlos para no dejarlos crecer, podando a dolor sus raices cada día, el que lleguen a odiarlo debe ser casi como un regalo.

Besos.

Anónimo dijo...

Rafa, pero que versos tan duros, lo peor de estos sentimientos es que luego suelen hacernos budú a nosotros mismos, el alivio del rencor es momentaneo, es una escapada o huída por la que se pasa, creo que es una de las fases del duelo, hasta que llegue la aceptación, esa es la que realmente nos deja tranquilos, entierra esos fantasmas bajo una profunda capa de tierra que es donde tiene que estar.

UN abrazo

Anónimo dijo...

No son tan duros como pueden parecer. A veces, varios poemas, aunque pudiera pasar desapercibido, forman parte de un conjunto y, vistos así, toman un significado distinto. Y también los títulos, o al menos los míos, son muy importantes en los poemas, y ocurre que a veces, también, encierran una aparente contradicción con el cuerpo del texto, pero en realidad vienen a resumir y a cohesionar su significado. Así, estos versos, como ya le dije a Uma, son en parte como un regalo. Y no pretenden ser duros, pero sí hacerse fuertes.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

son los desprecios,la carencia de amor...

joder con el poema!!!