jueves, 6 de diciembre de 2007

Reflejos


Y tras tanto evitarnos sólo somos

Reflejo de una noche sin su día;

Tú, la luz, yo, penumbra,

Que se extingue a la espera de un crepúsculo

Que nunca llega.


Fotografía: Bruno Dayan.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo más bien diría que cuando dos no están bien son sendas penumbras. Ninguno es capaz de iluminarse ni iluminar al otro. Es muy corto pero muy sugerente el verso. Castilla Center.