lunes, 7 de enero de 2008

¿Por qué deconstruir el amor?


Al Consejo General del Poder Judicial


¿Por qué se casan un hombre y una mujer?

Porque se quieren

Por intereses, a veces

Creados, sin crédito, obligados, prestados, de Estado.


¿Por qué no dos mujeres?

Si se necesitan

Si bajo las estrellas o techo de escayola duermen abrazadas

Entrelazando cuerpos y almas

Cuerpo y alma

Para no estar solas.


¿Por qué no un hermano y una hermana?

Si su amor fraterno fertilizó territorios de nuevos sentimientos

Haciendo germinar el deseo como un candoroso clavel

Si son incapaces de dejar de mirarse el uno en el otro

Si sólo son felices en su arrullo enamorado.


¿Por qué no una mujer y dos hombres?

Si son capaces de reír

De llorar juntos

De ser amigos, cómplices, camaradas, en un mundo de conspiración y zancadillas

Si gozan

Si encuentran un poco de felicidad en su múltiple conjunción copulativa.


¿Por qué los diseñadores de culpas se afanan

En construir pecados de artificio con la madera noble del cariño?

Carcomiéndola.


¿Por qué se casan un hombre y una mujer?

Si se quieren

¿Por qué han de establecer un contrato sobre el aval del sentimiento?

Devaluándolo

Pagando el primer tributo de su unión civil a los chantajistas insaciables del consumo

¿Por qué han de adornar su compromiso con los oropeles fatuos de religiones

Que han sepultado bajo el lujo y privilegio de los altares el más grande y bello Mandamiento?

El AMOR.


¿Por qué un hombre y una mujer?

¿Por qué dos, tres, diez seres humanos?

Porque se quieren

Sin intereses

Sin culpas

Sin compromisos ni obligaciones

Más allá

De su amor

Sin más.


Este texto lo escribí, creo que allá por el año 2005, a raíz de unas desafortunadas declaraciones de un miembro del CGPJ –de cuyo nombre no puedo acordarme; esto es falta de memoria y no lo de Cervantes- en las que, con argumentos más propios de antiguos inquisidores que de la imparcialidad e inteligencia que debería siempre mostrar un alto magistrado, se oponía al matrimonio entre personas de un mismo sexo. De ahí, la dedicatoria.


Fotografía: Sergey Bizjaev.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

perdón por el a si H, cosas del teclado...

Anónimo dijo...

¿Y por qué han de casarse?. No es que esté en contra del matrimonio entre homosexuales (de estarlo estoy en contra del matrimonio como idea de amor) y es cierto, que como contrato (que eso es lo que es) pues tiene que ajustarse a la legalidad vigente. Y la legalidad varía en función de la evolución del ser humano social. Así que tardará, pero igual que el divorcio rasgó vestiduras y hoy es el pan nuestro de cada día, los matromonios fuera del hombre y la mujer seguro que se normalizarán pronto. Imagina, Rafa, tu estás agustito en tu sofá un día de invierno, de lluvia, acurrucadito y te dicen, sal de casa a darte un paseo. Pues lo mismo dices, uf, con lo agusto que estaba yo aquí. Eso le pasa a los curas y demás, están acurrucados en su realidad y se imaginan que un solo movimiento les quitará el calorcito. Y a lo mejor el invierno a terminado, como no lo saben, que siguen en su sofá...

Anónimo dijo...

¿Por qué se casan si se quieren? (dos personas, sexos diferentes o iguales)

creo que es la pregunta más honesta, real y a la que nadie sabra contestar nunca de una forma inteligente, que he leído en mi vida.

Besos.