viernes, 11 de enero de 2008

Preludio



Bajo tierra los besos no esperados,
ese silencio que es carbón, no llama.
Vicente Aleixandre

En lo oscuro más profundo de la noche
Cuando, henchidos mis sueños de tristeza,
Abandono el sinsabor de la consciencia
-Rendido al fin-,
!Qué dulce muerte!

Febrero de 2007

Imagen: M.C. Escher


4 comentarios:

Anónimo dijo...

!Qué dulce muerte!
Dulce muerte la que yo te voy a dar, como te pille, por no promocionar Tiempo de recreo como es debido. Un "pincha aquí" y... ¿ya está?
En el libro has publicado unos poemas deliciosos, de los que me gustan (que ya sé que no son los que más te gustan a ti). Fíjate qué recuerdo más bonito, para siempre.
Rafael León: en la página 117, con el título global: De cenizas y silencio.

Un beso, soso, que eres un soso.

Anónimo dijo...

algunos de los que ha puesto sí le gustaban.

y después de la dulce muerte que te arree Ely jajajajaj va una colleja y un beso.

¡¡Felicidades a los dos!!

Anónimo dijo...

Un poco pesimistao ¿No?,,,pero siempre uno se despierta como Lazaro, aunque no nos digan las palabras magicas...
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Je, je, Ely, ya me eché a correr. Sé que esos poemas son de los que más te gustan y, a mí, no creas que no, también. En cuanto a lo de la promoción, pienso poner una entrada este fin de semana, aunque siempre me ha dado un poco de rubor promocionar cosas con las que yo también me promociono.

¡Otra colleja!, maría, tengo ya el cuello al rojo vivo. ¿No puede ser sólo el beso?

Bueno, prometeo, no se trata de pesimismo, no es una opinión sino un sentimiento.

Abrazos.