lunes, 18 de febrero de 2008

Haikus de luto y llanto (lágrimas negras)


Toda la vida estaba
en tus pálidos labios…
Toda la noche estaba
en mi trémulo vaso
Y yo cerca de ti,
con el vino en la mano,
ni bebí ni besé…

Eso pude: Eso valgo.

Dulce María Loynaz.

I

Llovizna negra
y un cielo de algodones.
Yo entre la bruma.

II

Muere la lluvia.
Se amarga en los cristales
de tu ventana.

III

Carbón mojado,
se consume en la nieve;
azul sin rojo.

IV

Sólo el aroma
de la rosa pretendo;
espinas vuelan.

V

Lluvia marchita.
De primavera a otoño,
de sueño en sueño.

VI

Un viento tóxico
Me recorre en la noche.
Los cauces, muertos.

VII

Se ha marchitado
la flor de los almendros;
arde en la nieve.

VIII

Nido vedado.
Se estrella en el alero
la golondrina.

IX

En la tormenta
se ha perdido la luna;
noche de otoño.

X

Llora la sombra
de una encina sin luna;
raíces secas.

XI

Fugaz relámpago,
no alcanzo a ver el barro,
pasos quebrados.

XII

La madreselva
trepa por las paredes.
Cual tu recuerdo.

XIII

Los crisantemos
brotando en mi jardín;
sueño de otoño.

XIV

Se ensancha el día.
Y siguen sin llegar
las mariposas.

XV

Como libélula
me detuve en la hierba;
seco el rocío
.


Abril de 2006

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es cierto que se te echa de menos… tus letras son un bálsamo, pues aunque tú las sientas descompuestas, dan calor y aroma a la soledad que contigo se siente compartida.
Espero que pronto vuelvas a sentirte con ganas de volver a acompañarnos con tu ternura y tus letras.
Mil besos Rafa.

Anónimo dijo...

¡Sí!
A mí también me encanta Dulce María Loinaz