lunes, 3 de marzo de 2008

Al sur de mi invierno



“Quizá solo se trata de que no estás aquí,
de que perder es duro para todos
y el amor me hace falta, como sabes.”

Luis García Montero


Tú te quedaste al sur,
Iluminando, en la noche, las calles
De la ciudad de los sueños antiguos
Donde el invierno no es más que una anécdota
Y la dama de noche compite con las sombras
Que se alzan con la niebla desde el río
Para anunciar la aurora.
Yo, entretanto, transito, cabizbajo,
Oscuros laberintos del subsuelo,
Sin rosa de los vientos que acompañe
La huella de mi sangre en el cemento.
Aún, a veces, me da por volver la mirada
Buscando una salida, un cruce de caminos,
La luz imaginaria de una estrella
Rompiendo la penumbra;
Pero las ratas devoran, con ansias,
La sal que se acumula en mis pupilas,
Robándole a mis pasos su destino.
Grito, entonces, tu nombre,
Aullando como un perro abandonado
Y herido de cloacas,
Que busca, con el eco, las señales
Que marquen el lugar de otro sendero
Que lleve a la tibieza.
Pero entre el sur y yo mora el silencio
Como candado perenne sin llaves,
Y el invierno cerrado del subsuelo
Golpea y me derrota a cada instante.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Entre el sur y tu quizá el abismo, el desasosiego, quizá el adiós, siempre el recuerdo y ese dolor que se hace más amargo. Porqué olvidar resultó tan difícil?

Por cierto, con retraso, felicidades!

Besos

Anónimo dijo...

NO sé, tal vez exista algún oasis entre el sur y el silencio. Será cuestión de encontrarlo, no de buscarlo porque entonces más se esconderá.

Otro parto doloroso. Espero que hayan también horitas cortas de esas que dicen,

Un beso

Anónimo dijo...

Se ha ido otra alma que visitaba.Repasaba las que había perdido, las que habían dicho adiós pero yo no había borrado sus enlaces, con la esperanza de que retornaran un día.

Ella se ha ido, y de pronto, al hacer la ronda compruebo que tú has vuelto...

Extraño dolor el reencuentro motivado por una partida, para venir a comprobar, que no has podido hacer dejar de sangrar tu herida.

Por poco apetecible que sea, vivir es obligación y devoción, que no sólo tienes esa herida, aunque ocupe todo el corazón.

Siempre hay sitio, porque se expande como globo sin fin, para otros sentimientos, otras acogidas,
otros labios que se alegran de verte aquí.

Me alegro de volver a leerte, sea como sea. Al menos, estás.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Después de tanto tiempo sin bloguear tu post me parece una maravilla, es un lujo volver a leerte, espero sacar tiempo para visitarte como quisiera, un beso grande

Anónimo dijo...

Rafa que sorpresa!!!!!!!!

Hasta ahora no he podido escribirte!!

Te he leido desde mi retiro :-(

mil besos.

Anónimo dijo...

Me alegro Rafa de que vuelvas a tu poética producción, es un alivio

Anónimo dijo...

Las imagenes por ese subsuelo que has despertado son angustiosas, puero expresionismo, realidad ultima y miedo...
Un fuerte abrazo.