domingo, 30 de marzo de 2008

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Duelen mis sueños

Sobre la arena insomne:

Noche amarilla.

(Este flujo de ausencias

Tiene aromas de muerte).


Tras tanta oscuridad,

Cómo abrir, cómo,

De nuevo los ojos;

Cómo encontrar suficiente valor

Para escapar de las viles cloacas,

Sin saber si, también,

Allá en la superficie,

Rigen, grises, las ratas.


Tras tanta oscuridad,

Cómo saber si aún

Cuartos crecientes, el sol, una estrella…

Tras el párpado inerme,

Tras el iris saturado de espectros

De sal, espuma y sílice.


Tras tanta oscuridad,

Cómo ignorar que, afuera,

Nunca duerme la noche;

Que la sombra amarilla en la clepsidra

Es anuncio de fauces,

Mientras la más densa de las vigilias

Eterniza lo breve.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que tal va todo Rafa? He estado un tiempo sin apenas hacer las obligadas visitas a los blogs amigos. AHora he releido bastantes de tus ultimas entradas y veo que cambiaste algo tu linea, espero que eso signifique que todo vaya mejor auqnue sea lento pero seguro, bien hallado. Este ultimo me encantó. Te sigo siguiendo. Un beso

Anónimo dijo...

AMIGO RAFA: ¡SALUD!

Anónimo dijo...

Me sigue encantando leerte.

Un besazo, luz para tu día.

Anónimo dijo...

Lo bueno de conocer la oscuridad es que nos permite reconocer cuando clarea:)
Bello poema, Rafa.