lunes, 31 de marzo de 2008

De cenizas y silencio


“Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros”
Miguel de Unamuno

Como un mendigo sin nombre
Se resguarda en los portales
Del gris suburbio fantasma
Que el tiempo yerto ha poblado
De cenizas y silencio,
Y que aguarda en el invierno
La limosna que lo salve
De los hielos de su alma
Susurrándole su aliento…

Así yo espero el azul,
En la luz de una mirada
Y al calor de una sonrisa,
Bajo el frío de las calles
De la lúgubre ciudad
De la que tú estás ausente.



Diciembre de 2006

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado eso de Terapia Poética.
Y lo de los dos párrafos, así expuestos, subordinado y principal.
El fondo y la forma como espejo del sentimiento.
Gracias por compartir las palabras.

Anónimo dijo...

A veces esperar es des-esperar.
A veces esperar es salir al ruedo, con un buen disfraz protagònico, en el que el propio aliento puede con un iceberg.
Un gran abrazo, Rafa

Anónimo dijo...

da igual las luces que tenga una ciudad, cuando está poblada de ausencias siempre será lúgubre y sombría...

Anónimo dijo...

No creo que sea bueno mendigar una mirada o una sonrisa en busca de una ausencia, pero cualquier calidez es buena cuando el corazón esta helado.
Por cierto gracias por tu comentario, ya lo cambié, te echaba de menos en mi blogg. Un besazo

Anónimo dijo...

Me gusta, sin ti, vivo en el apocalipsis. Un saludo