jueves, 15 de mayo de 2008

XXI (un poema de E. Barrett Browning)


Dímelo una vez más, tú continúa
diciendo que me quieres. Aunque suene,
como dices, al canto del cuclillo.
Que nunca la llanura o las colinas,

Los valles y los bosques son del todo
verdor de primavera sin su canto.
Amor mío, en mis sombras donde hay voces
de duda que me hieren, yo te imploro:

Dime otra vez ¡te quiero! ¿Qué más da
que haya muchas estrellas en la altura
o muchas flores adornando el año?

Di que me quieres, di te quiero, es como
un tañido de plata… Aunque no olvides
a quererme en silencio con el alma.


Elizabeth Barrett Browning


De “Sonetos del portugués”,
traducción de Carlos Pujol.
Say over again, and yet once over again,
That thou dost love me. Though the word repeated
Should seem "a cuckoo-song," as thou dost treat it,
Remember, never to the hill or plain,
Valley and wood, without her cuckoo-strain
Comes the fresh Spring in all her green completed.
Belovèd, I, amid the darkness greeted
By a doubtful spirit-voice, in that doubt's pain
Cry, "Speak once more--thou lovest!" Who can fear
Too many stars, though each in heaven shall roll,
Too many flowers, though each shall crown the year?
Say thou dost love me, love me, love me--toll
The silver iterance!--only minding, dear,
To love me also in silence with thy soul.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy hermoso poema...
Te lo digo??? vaaa, pues eso.
Beso

Anónimo dijo...

A veces los poemas cambian de manera radical en la traducción así como en la interpretación.
Me tomé la libertad de dejarte otra acá, espero que no te moleste.

:)

DILO, DILO OTRA VEZ...

Dilo, dilo otra vez, y repite de nuevo
que me quieres, aunque esta palabra repetida,
en tus labios, el canto del cuclillo recuerde.
Y no olvides que nunca la fresca primavera

llegó al monte o al llano, al valle o a los bosques,
en su entero verdor, sin la voz del cuclillo.
Me saluda en las sombras, amado mío, incierta,
esa voz de un espíritu, y en mi duda angustiosa,

clamo: «¡Vuelve a decir que me quieres!» ¿Quién
teme un exceso de estrellas, aunque los cielos colmen,
o un exceso de flores ciñendo todo el año?

Di que me quieres, di que me quieres: renueva
el tañido de plata ; mas piensa, amado mío,
en quererme también con el alma, en silencio.

Un Beso.

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo a esta autora, y confieso que es imperdonable por mi parte, al comprobar la belleza que me he perdido hasta ahora.

Nunca son bastantes los "te quiero" para el que con ansias los espera...

Un abrazo

Anónimo dijo...

No puede...

Se le han anegado los ojos...

enmudecido el habla



Bellísimo