miércoles, 23 de julio de 2008

La promesa



La jaula está vacía;
Gime el albor, compungido en su centro,
Mordido por las sombras incompletas.
En el centro del centro
Una luz arde, opaca,
Y en su llama,
Desolada,
Se niega,
Reniega
De sí misma,
Se consume.
Ya no busco en el verbo
La mano tendida al trémulo labio,
No la voz, ya no la mar tras el párpado;
Sólo busco la esencia
De la noche.

(Porque la sangre llora,
Porque la noche miente…

Porque la espuma, porque la sal, porque la muerte).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por tu comentario! preciosa poesía... parece que hoy nos hemos puesto de acuerdo ;) Yo también intento habitar en el único lugar donde la vida se entiende, la poesía. Te añado a mis blogs

Anónimo dijo...

Madre mia qué arte!

Te voy a ser sincera, no siempre me entero de lo que quieres decir, me cuesta, apenas he leído poesía (ahora me atiborro)y creo que para poder apreciarla del todo, tendré que aprender (aprenderé sólo leyendo?). Pero sinceramente también, cuando te leo, se me ponen los vellos de punta, literalmente.

Un beso Rafa.

Anónimo dijo...

Qué inquietante es este post!

Esa mano en la arena, ese final como explicando algo acontecido, esa jaula vacía...

Leía el comentario de Ana y es verdad, la poesía suele ser ambigua y mucho mejor si lo es, porque deja al que lee interprentado lo que siente, uno se siente arte y parte.

Yo uniendo tus versos a la foto, he sentido algo así como una búsqueda liberadora.

Gracias y besos.

Anónimo dijo...

No te preocupes Ana Flores, yo también le he expresado a Rafa en más de una ocasión la dificultad que entrañan sus poemas. Yo ya le voy cogiendo el truquillo. Rafa es un verdadero artesano de los poemas y hace con ellos, con las palabras, con su movilidad dentro de la frase, con su sentido... tales malabares que los convierten en únicos.

Me encanta Rafa.