martes, 28 de octubre de 2008

Octubre


Como un sollozo se pudre la tarde.
Danzando sin compás en la tormenta
Se llueven hojas secas sobre el légamo,
Y un pájaro aterido gime exhausto
Sin vuelo que enfrentar al rudo viento.
Murmura el aguacero un canto insomne
Tan yermo como aullido en el silencio.
De vez en cuando el sol, agonizante,
Se vierte por la herida de las nubes
Tintando con su sangre la arboleda
Del parque encapotado y solitario.
La luz anaranjada, en las farolas,
Comienza a crepitar, helada y triste,
Untando con su pátina de ausencias
Las sombras de las calles oxidadas:
El tiempo vaga atónito en su pérdida.
A ratos el chirrido de unos frenos
O un claxon delirante sin sordina
Disipan levemente la nostalgia
Tatuada en las espaldas del ocaso,
En tanto que la bruma va anegando
De lágrimas los dedos de los sauces
Que, exánimes, se rinden a la escarcha.
De súbito la noche, como mármol,
Se abate sobre el alma del viajero,
Sedente atada al plomo del cansancio.

5 comentarios:

rosa_desastre dijo...

Tus versos son siempre una hoguera donde tendemos las manos abiertas los que tenemos frio en el alma.
Gracias.
Un beso

Mar Sánchez dijo...

Lo intentaré plasmar... pero es muy intenso-...

mñn te escribo, estoy en otra odisea...

Amaterasu dijo...

entre mi septiembre y tu octubre andamos apañados...

Encarni Mejides dijo...

Triste muy triste este octubre Rafa,leerte es quedarme sin palabras, es degarrarme el alma, pero aún así no puedo dejar de hacerlo.

Besos

MeRieM dijo...

Justo así me siento yo ahora, como esas hojas caídas, como el Otoño, tan desértica como el aullido del silencio…
Triste pero con la hermosura de la nostalgia.
Mil besos Rafa.
Yo también te sigo en el silencio… ahora no salen las palabras.