sábado, 8 de noviembre de 2008

La patria roja


Yo nunca he padecido las desdichas
Que fraguan la excelencia de un poeta:
Ni el hambre, ni el presidio, ni la guerra
Ni el lúgubre hipogeo del destierro.

Yo sólo sufro, eterno, el desarraigo
Del rojo territorio de una patria
Que nunca me acogió entre sus latidos
Y ha sido devastada de destiempo.

Y, ajeno a la impiedad de los dictados
Que imponen condiciones a mi exilio,
Me vuelvo a cada instante hacia Sodoma,

Y, estéril de salitre, mi mirada
Se vierte en pétreos versos de añoranza
Carentes de grandeza y sin destino.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo dices en broma verdad? lo de que tus versos carecen de grandeza...
Besos Rafa

Estoicolgado dijo...

:O

Anónimo dijo...

Pero con destinataria/o, eso cuenta, es valor agregado...

Abrazos Poeta, que tengas un buen día...

Milena dijo...

Por eso tus palabras nos alcanzan a todos los que, como tú, sentimos la orfandad de esa patria, que nos deja fuera con sabor a soledad, salitre en nuestros labios

un beso

Anónimo dijo...

hermosos y vibrante soneto...un abarzo.

Malena dijo...

Rafa, yo diría justo lo contrario y sabes que siempre te hablo con el corazón en la mano. Si algo tienen tus poemas son grandeza. Esa grandeza que te sale del alma y el destino...creo que somos muchos los que te oimos y te admiramos.

Mil besos, Rafa.

MeRieM dijo...

Hermoso soneto a la tristeza… a la inquietud personal… pero incierto, tus versos sí tienen destino, llegan a todos los corazones de Blogger, ¿te parece poco?
A veces no hace falta sufrir las penurias que describes, puesto que no hay peor prisión que la que te marca el corazón, y si te une algo a algunos de los grandes poetas que han habido a lo largo de los tiempos… y es un gran amor, que te hace ser uno de los mejores poetas que yo he leído a lo largo de mi vida.
Mil besos Rafa, eso sí, adornados con poesía.

Paco Lainez dijo...

Hermoso poema, Rafa.

Desafortunadamente somos quizás demasiados los desarraigados en esta jodida patria nuestra.

Saludos desde El Bierzo.

Buscad la belleza.