jueves, 15 de enero de 2009

Azud


Que no es fácil la vida es evidente;
Rodamos como un canto diminuto
Que, a fuerza de su empuje atroz e hirsuto,
Arrastra hacia el abismo la corriente.

No obstante, esta odisea decadente
–Naufragio que, minuto tras minuto,
Expropia a nuestro ser del atributo
De la vida- ha un mágico aliciente:

El mar que, pese a ser incertidumbre,
Es la única esperanza a esta deriva
Sin luna entre la niebla que la alumbre.

Pero esta puñetera cuesta arriba,
Que estanca mi periplo, ya es costumbre
Que en vasto desaliento me cautiva.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El mar, (la mar) nunca desilusiona,
por mucho que te entierres en tu "hipogeo".

Besitos marinos

Filoabpuerto dijo...

¡Qué bonito, Rafa!

Y en ese rodar de la vida...
¡qué formas tan extraordinarias adquirimos...!,de sinuosos corazones que laten, Poeta y, hasta en cuesta arriba, sienten...
Mis saludos

Merce

rosa_desastre dijo...

Ya colocas una barrera al principio del poema... Azud.
Encerrados tus versos a merced del agua.
Besos

elsa dijo...

muy existencialista. me recuerda el acento de desarraigo de Quevedo como precursor de nuestro existencialismo. muy bellas palabras.
Abrazos

MeRieM dijo...

Precioso soneto!!
Triste, en tu línea, pero genial, te cautiva el vasto desaliento, pero te sale a raudales por los dedos la poesía y esa... te sacará de ese desánimo perpetuo en el que te empeñas en sumergirte.
Mil besos Poeta!!
Ahhh, se me olvidaba, tú también me gustas.