jueves, 8 de enero de 2009

Canibalismo


El latido hecho añicos
¡Duele tanto!,
Tan voraz es su estrépito vacío,
Que, en un afán atónito, del pecho,
Tratamos de arrancarlo con las uñas
Del verso consternado, cuando aprieta.
Mas sólo conseguimos que devore
Más lento, en su furor, la sangre herida
Cocida al fuego lento del poema.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Duele, Rafa, ya lo creo que duele!!! Se arranca con el tiempo...

Un beso

rosa_desastre dijo...

Cuesta recomponer el tiempo roto, pero tu eres artesano de palabras...podrás.
Un beso

Calle Quimera dijo...

Hasta que el intento de arrancarlo ya no es solo un intento, sino un hecho. Entonces, todo vuelve a su lugar, y de nuevo a oírse los latidos.

Besos.

Anónimo dijo...

Yo ya no creo en nada, que tu poema
es bueno, eso si.
Besos

quantum dijo...

Desgarro con acordes de guitarra y sabor a vino amargo.

Buen año para ti, latido a latido.

mardelibertad dijo...

El dolor pasa, al menos no es tan intenso.
Besos

... dijo...

¿Ves Rafita? Me identifico más con estos versos, porque se acercan mucho más a la realidad (mi realidad egoísta jaja)
Bromeaba, eres grande en cualquier faceta del sentimiento; la poesía es lo tuyo. ¿Sabes cocinar?
Besos

Ángela dijo...

Es que no sé porque, pero a veces nos gusta recrearnos en el desamor.