miércoles, 4 de febrero de 2009

Fantasmas (II)


La vida es un bajel lleno de sueños
Que boga sin gobierno ni bitácora
Por aguas donde acecha el abordaje
Seguro de un fatal filibustero.

Y al fin cuando, infalible, en su cubierta
Voraz irrumpe el fúnebre pirata,
A golpe de guadaña hurta el tesoro
Y anega las bodegas de Leteo.

No obstante, en ocasiones, la galerna
Azota con tal fuerza vela y mástil,
Que piérdense los sueños por la borda
Mucho antes de que nuble el horizonte
Un cráneo descarnado por bandera.

Y, huero, en su bogar sobre las olas,
Noctívago, el bajel se muda en bruma,
Y, espectro, el capitán, prendido al puente,
De llantos abarrota la sentina.

2 comentarios:

Alma dijo...

Quizás esos sueños que parecen perderse por la borda los haya recogido algún pequeño marino perdido en el azul profundo del mar...sólo es cuestión de mirar al horizonte

Ángela dijo...

No podemos dejar de soñar porque lo bueno de los sueños es que aún cuando se pierdan algunos, surgen otros.