viernes, 17 de julio de 2009

Paroxismo



Un viento gris, dinámico horror vacui,
Desahucia al firmamento a tabanazos:
Barroco sin destellos, infecto de ordalías.

Los pájaros,
----------------- inquietos,
Presienten en sus trinos,
Voz de alarma,
Al turbio repujado desplomando
Esquirlas que ya fueron sal y espejo,
Medusa y nieve,
Pájaro y rocío.

Desmelenado, el bosque, abre sus labios
Sedientos por el suelo hechos raíces
Que empreñan horizontes con su alquimia,
Mudando el mineral materia fértil.

De súbito en lo lóbrego acontecen
Fulgores como espada, un vasto estrépito;
Y en torno al fuego crece un miedo atávico,
Resumen de los flujos y la luna,
Comienzo y fin, amor y muerte, pánico
Conjugado en pretérito imperfecto,
En tanto, tímida, una flor

--------------------------------- respira,
Sus branquias anegadas por la bruma,
Y en el muro, arropados por las sombras
Falaces y balsámicas que habitan las hogueras,
Inquietos animales –horror vacui
En busca de un anclaje en el abismo-,
Con sangre de una virgen devastada
Ligada a la ceniza de su rizos
Y al néctar de sus globos oculares,
Eternamente ardiendo y ululando
Dibujan providencias inventadas
Que emboscan su hipodermis de quimera
Debajo de arcangélicos pelajes.

(Y en el séptimo día dijo el Hombre
Cegado por el miedo:
----------------------------- “¡HÁGASE DIOS!”…

Y el barro sin aliento mudó en ídolo).

2 comentarios:

Amaterasu dijo...

cuánto horror vacui..... qué miedo da dicha sensación. Pero no hay que llenarlo por cobardía, primero hay que asumirlo.

Milena dijo...

No sé si "hágase dios" pero ha nacido un pedazo de poema


Besos