miércoles, 2 de septiembre de 2009

La otra herencia



-¿A qué viene ese llanto?;
El muerto –eso es seguro-
Ya no siente.

-Mas la herida indeleble que suscita
A golpes de impertérrita nostalgia
La acerba soledad que urde su tránsito,
Conmueve en sus cimientos a la nada.

Ilustración: Grupo de plañideras, Tumba de Ramose. XVIII Dinastía.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, pero el muerto ya no siente, ni sufre, ni nada.

Besos

:) Reina

Dolo dijo...

Me parece buenísimo el poema. El muerto no siente ya, pero....los cimientos de la nada se conmueven. Precioso.

Caminante dijo...

¡Ayyy! esa nada conmovible;
que harta de ser nada
elijió el llanto.
PAQUITA

Anónimo dijo...

Estos versos son muuuy buenos Rafa...¡Qué hermosos!
Es que todos lo son, pero el tema de la muerte te queda bárbaro; Literariamente, no te mueras nunca. (Quédate pa' semilla)
Besos