jueves, 26 de noviembre de 2009

Remembranzas (II)


La ausencia es una sierpe
Que anida en el silencio de la noche

(Otórgame una tregua
Son celeste
Que calme en su clamor la guerra fría
Tenaz de tu desprecio)

* * *

Con hielo y sal cegando la pupila
Contemplo la augural fotografía
De aquella vasta noche en el solsticio
Preñando el corazón de despedidas

* * *

Sobre un altar de hielo y sed pagana
Con vocación de hoguera en sus cenizas
Oficia el sacrificio de la sangre

Las vísceras aún vivas
Desahuciadas
Del cuerpo que habitaban
Se estremecen

A la espera de un ángel que detenga
El eclipse de luna

El ala en el destiempo
Sin embargo
Talada se hizo infierno y holocausto
Y el corazón

Cordero

* * *

No cabe aquella fecha en la memoria
Sin ayer ni mañana
Hoy
Es siempre

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, Rafa, hoy; con ausencias silenciosas o estrepitosos (re)encuentros.

Etapas y tiempos.

Un beso. :) Reina

Anónimo dijo...

Bueno, debe ser blogger, de nuevo; no sale el comentario. Ya saldrá, digo yo.

Bss. :) Reina

UMA dijo...

Me cuesta leerte, sobretodo porque cavás hondo en mis entrañas, en mis más profundos dolores me internás, valoro de ello, estar con vos y compartir la pena.
Bello.
Un besazo Rafa

Prometeo dijo...

Es curioso como Doré, en general los bue nos y plasticos grabadores,son como precursores de la animacion, se pueden encontrar muchos puntos comunes en uno y otro lado...como siempre certero, con la palabra afilada.
Un abarzo.