sábado, 20 de marzo de 2010

La duda


LLEGÓ AL ANDÉN al alba. Uno tras otro, fue dejando pasar los trenes; ¡era tanto el vértigo, tan remotos e ignotos sus destinos! Ya con el ocaso en ciernes, cuando al fin se decidió, comprendió con horror que aquel tren

viajaba vacío.

7 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

La noche, un andén, el vacío rodeando.


Preciosas palabras!


Abrazo solitario.


M.

SantiagoPabloRomero dijo...

Podría llegar
a quien espera.
Pero no está
todo perdido.
Si encuentra
otro
fiel compañero de viaje.

Súbete,León.

Isa dijo...

Querido Rafa, huelga decir que me plena este viaje imaginario del exterior hacia dentro. Entre el hecho y el sueño, el hallazgo: la toma de conciencia.
Va un abrazo, Isa

Milena dijo...

No hay duda de que cada cual es su único compañero de viaje, los demás muchas veces tomaron otro tren

Besos

Alma dijo...

Vacío y frío... pero es bueno subir y descubrilo por uno mismo, quizás no esté tan vacío. Quizás haya alguien que a simple vista no se ve.

Besos

Piel Fugaz dijo...

Como trenes en la noche

Seguro que hoy va a ser un día como todos
Vamos a contar los minutos
los segundos
los granos de arena
Te voy a estar esperando
o me vas a estar esperando
siempre esperanzados
de poder cruzarnos un instante
en este devenir
hacia dios o hacia vos
ya que todo es él
Seguro que hoy tampoco vamos a dormir juntos
hacer planes para mañana
o el año que viene
abrazados en la intimidad del roce
Nos vamos a cruzar en la noche del afecto
como dos trenes miopes
que no ven claro el derrotero
pese a los fanales
las vías
los guardabarreras
que indican un presunto destino
Pero mañana
por favor
hagamos planes para otra vida
si la hay
en donde seamos más que dos buscándose
y hacen del tiempo un ritual de amor
un recorrido a oscuras hacia el otro

Juan Daniel Perrotta

Dafne dijo...

A mi me da miedo,el amanacer y el anochecer,sola.Ese juego de luces,impresiona.Y por supuesto un tren vacío...en mis tiempos de estudiante cogí un tren ,en los últimos pueblos fueron bajando todos y terminé sola en mi vagón,eran las 11 de la noche de invierno...lo pienso y me asusta aún.