miércoles, 31 de marzo de 2010

Quimera


Tanto tiempo el jardín
Sediento bajo el árido celeste
Que pienso que la flor que arde en su centro
Debiera ser ya polvo inanimado
Y no este mar amargo sin resaca
Lamiendo con su sal la playa virgen.

3 comentarios:

Elsa dijo...

Como hace mucho que no te lo digo, te lo digo: ¡pero qué facilidad tienes, jodio! ¡no hay derecho! Una, muchas veces, para parir un verso, como una primeriza...

Besos.

PD: Menudas "titis" encuentras. Son un insulto, joer.

SantiagoPabloRomero dijo...

Las vírgenes
playas
estarán siempre
llamando
a voz en grito
quien las explore.

Bellas arenas en tus playas,León.
Abrazos

Prometeo dijo...

bellos poemas que coformas tus imagenes y colores, un abarzo.