martes, 4 de mayo de 2010

Feroz como un torrente

Irrumpe por la herida
Y ocupa el corazón
Gastando sus puntales
Tenaz como carcoma.
Allí se quiebra estalla
Se adueña de la sangre.
Feroz como un torrente
Recorre anega infecta
Sentidos nervio vísceras
La piel el hueso el músculo
Y al fin de su periplo
Se incrusta como esquirla
Nociva y adhesiva
Hirsuto en la memoria.

3 comentarios:

Dafne dijo...

El tiempo que nos impide en si mismo disfrutarlo,siempre tras nosotros a pillarnos y lo que es peor ,es que nos dejamos pillar.

Dafne dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Implacable, sí.

Un beso...