martes, 31 de agosto de 2010

Que no


Que no, que ya no puedo;
Ahí queda mi renuncia irrevocable:
No puedo ya cargar con este abismo
Metido en mí humillando, aniquilando,
Quebrándome los huesos hasta el tuétano.
Quedaros con mis huellas, mis disfraces,
Las vendas, las muletas, la morfina,
La paz y el finiquito que merezco
Por tanto tiempo atándome a los sueños,
Incluso cuando hirsutas pesadillas
Mudaron sin dar tregua ni un momento.
Que no, que nada espero;
Que no me queda ya ningún motivo,
Perdido el tren que nunca hubo pasado
Por este anden sombrío y solitario
Sitiado por lo huero y la demencia.
Que no, que ya no quiero;
Dejadme que abandone, no insistáis,
Que intento levantarme en carne viva
Y caigo a tierra exangüe como un muerto.
Tan sólo os rogaría, si es que alguno
Le dais cierto valor a la quincalla
Sin brillo y arruinada de mis versos,
Que no dejéis que caigan en las fauces
Silentes y amarillas del olvido.
Quisiera desertar con la esperanza
De que una noche de ancha luna llena
Pudieran habitar alma y mirada
De aquella por la cual fueron escritos
Y estando yo no quiso conocerlos
Debido a la afección que le profeso.
Que no, que ya
No puedo.

Nota: Sólo se trata de un poema. Ni más, ni menos.

7 comentarios:

Dafne dijo...

El hombre ,el hombre sin duda alguna.Oportuna la nota aclaratoria,porque los que leemos a poetas atormentados,nos preocupamos...nos preocupamos.

Muchos Besos! y menudo poemazo!!!

Anónimo dijo...

Dios mío, qué miedo he pasado, hiciste bien en aclararlo.

No, nunca te rindas, promételo, anda.

Un beso...

Alma dijo...

Rendirse ¡jamás!... bastante hicieron con llevarse el brillo de nuestros ojos...

Un beso y un abrazo

Milena dijo...

QUE SÍ, Poeta, que sigas
habitándonos la mirada y el alma...


Continúo con la respiración contenida!!!


Abrazos al hombre que no se rinde

Paloma Corrales dijo...

Qué alivio leer la nota, se me fue encogiendo el corazón al ritmo de los endecasílabos. Muy bueno.

Besos.

Prometeo dijo...

Que gran poema, imagenes y sentimientos como dardos que avanzan hacia nuestro corazon...un fuerte abarzo.

Prometeo dijo...

Que gran poema, imagenes y sentimientos como dardos que avanzan hacia nuestro corazon...un fuerte abarzo.