viernes, 20 de agosto de 2010

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qué soy de dónde vengo adónde voy
qué estoy haciendo aquí por qué he venido
de qué manera para qué hasta cuándo
idénticas preguntas sin respuesta
siempre
como este amor mi amor por ti
este ansia miserable sin espacio
ni tiempo
sin origen ni destino
que vuelve a formularse a cada instante
idénticas preguntas sin respuesta
qué soy de dónde vengo adónde voy
dónde estás qué es de ti por qué no vienes
que estando todavía
no es no ha sido
que lo ha perdido todo
nada vale
como el cuerpo
sin alma

de los muertos

4 comentarios:

María Narro dijo...

en la vida siempre tiene que haber interrogantes para seguir creciendo ¿no?

un beso.

Alma dijo...

Demasiadas preguntas sin respuestas, ¿por qué tanto dolor? ¿por qué no nos podemos desprender de él? Para renacer hay que morir primero, borrar nuestra esencia y construir una nueva que no tenga nada que ver con nosotros, pero entonces ¿quienes seríamos?

Anónimo dijo...

Quizá no deberíamos hacernos tantas preguntas, quizás deberíamos simplemente vivir.

Un beso...

Anónimo dijo...

Siempre las mismas preguntas desde que el hombre es hombre. Tal vez el orgullo nos impide mirar alrededor y y en nuetro interior, y respondernos.

Precioso poema.

Un saludo.