sábado, 25 de septiembre de 2010

La buena suerte


a Raquel

A veces compro un libro por azar
de algún autor por mí desconocido.
Sólo ha de ser poeta.
Entro en la librería y con los ojos
cerrados como noche de ancha niebla
lo elijo y leo luego algunos versos.
Si me gustan
comienza la aventura,
tal vez hacia un edén, quizá a un desierto.
Aquella tarde en Huelva tuve suerte;
había descubierto a una poeta
rotunda, inteligente, amable, fértil,
con una cadenciosa melodía
llevando suavemente en sus poemas
al éxtasis más hondo de la idea.
Más tarde esa poeta resultó
un ser humano humilde y generoso,
sensible, inteligente, amable, dulce;
y qué hermosa mujer, la puñetera,
aun vista tras los ojos de la niebla.

5 comentarios:

Dafne dijo...

Si que es suerte esa,y asi comienza la aventura de leer un libro.

Besos!

Dolo dijo...

Precioso.

Anónimo dijo...

Lastima del titulo y de la autora, podria ser otro capitulo de la ventura, el nuestro.
Un abrazo.

Prometeo dijo...

El anonimo soy yo, Prometeo.

kultur-huset dijo...

Leer rejuvenece, da vida, te hace sociable,... Esta fotografía puede ser una imagen metafórica de cualquier cerebro humano