lunes, 25 de octubre de 2010

Constricción


Las náuseas del que, insólita, vislumbra
La luz, ya inesperada, de la aurora
Quebrando las penumbras que lo anegan,
Y, estático, no alcanza a ir a su encuentro.

3 comentarios:

Alma naif dijo...

Que tristeza cuando esa luz que se vislumbra ya no puedes alcanzarla... o no tienes la suficiente fuerza para llegar a ella!!!
Besos y abrazos a tu alma!!!

Encarni Mejides dijo...

Que desgarrador es querer alcanzar lo que se vislumbra, y no tener fuerzas para ello.

Más besos

Paloma Corrales dijo...

Querido, yo estaré existencialista, pero estos confines son angustiosos... estamos apañaos ;-) Deja un sabor de amarga derrota.

Besazo.