jueves, 30 de diciembre de 2010

La ausente

sol gélido encendido
detenido en su eclíptica
en tanto ungida al túmulo
de su lágrima antártica
se consume de frío
la pupila desnuda

1 comentario:

Encarni Mejides dijo...

La ausencia alfanje que se clava en el alma, me encanta el último verso, un escalofrío gélido? quizá, me ha recorrido.. y es que así está la púpila cuando la nada se tiene delante, desnuda...


Besos y feliz entrada al año, al menos tengamos la esperanza que así pueda ser, aunque el panorama del país no sea muy propicio que digamos para tenerla!!