domingo, 16 de enero de 2011

La ausente (XIX)


unidos pero ajenos
van víctima y verdugo
sin saber quién es quien
ni entender el porqué
que los lleva al cadalso

se miran con encono
a traición de soslayo
ansiando sin saber
cómo hallar el perdón
a nunca haber pecado

no vuelan no caminan
son sólo dos muñones
anclados a la sal
de apenas unas huellas
que el destiempo ha borrado

sobre el mar no hay gaviotas
risueñas sólo cuervos
que en la arena devoran
los coágulos vivos
de un sueño amordazado

y voraz la resaca
silbando arrastra a plomo
los restos degollados
de un instante que pudo
ser Fénix fuego canto

3 comentarios:

Milena dijo...

Un abrazo, Rafa


Espero esas risueñas gaviotas....
llegarán, lo sé



Besos

erato dijo...

Permíteme hoy que me quede atrapada con: "sobre el mar no hay gaviotas
risueñas sólo cuervos
que en la arena devoran
los coágulos vivos
de un sueño amordazado".
Enorme!Un abrazo

Caminante dijo...

PUDO SER...
pero el miedo lo cercena todo, nos limita, detiene, amordaza, castra, acobarda, persigue,

QUIERO SER, no padecer

PAQUITA