domingo, 16 de enero de 2011

La ausente (XX)

estos ojos
sólo se abren
para evaluar la ausencia


Alejandra Pizarnik
desarraigad mis ojos
cerrad puerta y ventanas
y rogad por piedad
que en la noche el muñón
no halle dedos de sal
para mirar a tientas

1 comentario:

Milena dijo...

Ya sabes que asimilar toda ausencia requiere un duelo. Me parece que en ello estás: pasándolo.......

Sabes, Rafa, que el dolor es inevitable pero no el sufrimiento...que podemos optar por eliminarlo.

Pasará el dolor, ¡seguro!

Poco puedo hacer, pero sabes que te tengo "presente"

Abracísimos