miércoles, 21 de diciembre de 2011

A duelo lento


La hiena omnipresente
de la voraz nostalgia,
sobre mi ahogado llanto,
vomita un corrosivo
turbión de carcajadas,
en tanto me devora
el alma por los pies,
tenaz, muy lenta-mente.

1 comentario:

Vivian dijo...

Tengo una noche de hiena mala, quiero devorar a alguien, chuparme los huesos y luego _con aires de prepotencia_ lanzar el corazón lejos al tiempo que murmuro desde mi ego.
_ Ya estoy satisfecha.