domingo, 8 de enero de 2012

Tribulaciones de una crisálida (XXIX)


A Carmina de Luna

Insomnio: efímero relámpago rasgando el vidrio opaco de la noche; cincel que en la pared de la caverna, esculpe la entelequia que hace al alma -esa quimera estólida y perpleja-, soñar con su existencia. Insomnio: acero al rojo en las entrañas; insomnio: clavo ardiendo, agrio placebo, feraz paraíso de cosechas fatuas, arado por las garras de un demonio.

3 comentarios:

Circe dijo...

Muchas veces ese insomnio, denso, en el que sólo se oye el sonido de nuestra propia respiración...

Vivian dijo...

El insomnio es un fantasma caprichoso que a veces sorprende.
Me gusta ese final.
Besos Rafa

Anónimo dijo...

¿Escribio Dante sus escenas en el infierno durante sus noches de insomnio? Podría parecerlo por su similitud con lo que dices