domingo, 15 de abril de 2012

La voz dormida



A Dulce Chacón y Benito Zambrano,
por despertar en mí esa voz dormida.
A todos los que lucharon, aún luchan
y nunca dejarán de luchar por la
libertad, la igualdad y la justicia, por
la felicidad.

Qué lástima ser sólo un mal poeta
y no poder llevar lejos mi canto.
Llevarlo hasta la casa de los pobres
y hacerles comprender que la pobreza
no es una maldición, sino el saqueo
de una casta de avaros, de la gula
de una bestia insaciable a la que sólo
podremos derrotar dándole muerte.
Que no habrá recompensa tras la vida
por la resignación a la miseria
que engorda a los bastardos que se nutren
poniendo a dios y patria por delante.
Que es un deber alzarse en rebeldía
en contra de las lágrimas y el hambre,
y la felicidad es un derecho
que hay que ganarse en vida, hay que lucharlo.
Qué lástima tan grande que mis versos
no sean un don, un arma, una hoz segando
el cardo y el abrojo del camino,
ni un pertinaz martillo derribando
los muros del granero de los ruines.
Qué lástima ser sólo un poetastro
de versos desdentados y gastados,
y no poder luchar a uñas y dientes
por un mundo mejor con la palabra;
y qué pena aun más grande carecer
de un poco de valor para pelearlo
con hoz y con martillo -sin metáforas.

2 comentarios:

Poetas argáricos dijo...

Yo también he visto al película de Zambrano y me impresionó muchísimo. Me daba tanta rabia ver la injusticia y la intolerancia que me hacía daño por dentro y me sentí miserable por vivir en un país donde ocurrieron semejantes cosas.
Tu poema, tus versos, tus palabras, son importantes; entre todos tenemos que hacer que la verdad reluzca y que no se olvide el sufrimiento pasado para que no se vuelva a repetir. Te agradezco mucho este poema y sé que no será en vano.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Para ser un poetastro está muy requetebien