lunes, 16 de abril de 2012

Relatos verosímiles (34): Perfiles de mi calle (I) (Carlos Parejo)


¡Qué envidia te tengo recién nacido, que circulas en coche por la acera, y toda la gente extraña se para a sonreírte y hacerte cuchufletas¡ Dentro de poco te verás como ese pequeñín que acude a la guardería, sereno y dichoso, cuando hace pocos meses lo hacía aterrorizado y llorando a mares. Pero crecerás y prestarás cada vez menos atención a lo que pasa a tu alrededor. Como esa jovencita que llega tarde cada día al instituto pese a ir montada en bici. Parece una equilibrista de circo sorteando peligrosamente en zigzag a los peatones. Y ni siquiera se inmuta, pero hay que comprenderla: padece insomnio de serie televisiva de medianoche y sordera casco/musical. Y si te conviertes en un joven presumido y sin escrúpulos, de esos que sólo se adora a sí mismo, serás como el estanquero de la esquina. Siempre llega tarde a abrir el negocio y aparca en doble fila. Y él tan tranquilo. Lo cual no es de extrañar porque padece inmunodeficiencia adquirida a los atascos que provoca. Menos problemas tiene a sus espaldas el joven banquero cuya impresionante moto deportiva de cuatro ruedas asciende veloz y silenciosa por la rampa desde su garaje subterráneo. Pero míralo bien, qué ridículo le sienta ese rígido traje de chaqueta negro y qué incómodo está con la apretada corbata. Quizás es más feliz el joven barrendero que a todos nos saluda y habla por las mañanas, para aliviar la carga de su aburrido y monótono trabajo, hojas y papeles van, chicles y colillas de cigarro vienen…


© Carlos Parejo Delgado

1 comentario:

Milena o "Viernes" dijo...

Muchos "robinsones" en la ciudad... así, nos-me percibo yo, muchas veces en ella, conduciendo, cada día, camino de mi trabajo, robinsones que se encuentran con otros... alguna vez podría ser que nos buscáramos la mirada para crear... una isla común, compartida,en esta vasta y solitaria sociedad...

Abrazos