sábado, 14 de julio de 2012

A esa hija de Fabra


¡Que se jodan!; pues vaya exclamación
impropia, Andrea, amén de chabacana,
en una chica bien, pija y cristiana,
de pulcra y esmerada educación.

Y, al ser dicha en tan magna institución,
merece tu expresión necia y marrana,
que froten tu bocaza de fulana
con un duro estropajo y con jabón.

Ay niña de papá, tocapelotas,
malcriada entre algodones y gaviotas,
tú sí que estás jodida: el pueblo, atento,

jamás perdonará tamaña afrenta
saliendo de tu boca hostil y hedienta;
mejor que busques plaza en un convento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No están los conventos para tamaños seres, mejor que trabaje en la barra de un after hours