miércoles, 29 de agosto de 2012

Mœnstruo


A Carlos

Diógenes poético,
hago acopio en mis versos
del maná putrefacto
de los sueños perdidos. No es
fácil eliminar -ni camuflarlo
ni enmascararlo, eliminarlo-
el hedor nauseabundo
que desprenden la nada
y los falsos recuerdos.
Bye, bye, hedor. Bye, bye,
exilio. Cuando muera,
arrojadme a los perros.

Ilustración: Diógenes (1860), de Jean-Léon Gérôme.

1 comentario:

Milena dijo...

"No nos quites la luz de tus poemas"